mayo 30, 2022

Agonía de una rosa. Poema 42



Dos pétalos de mi rosa,
han caído este día.

Mi color fallece y
mi tallo se adormece.
Lentamente muero y
caigo en letanía.

Ya mi terciopelo no retiene
el rocío de tus besos.

Ya no hay miel en mis entrañas, no hay hechizo en mi mañanas.

De aquel aroma y color, no queda nada. Nada de lo que le apasionaba.

Y fui yo, quien le acobijó como huérfano de amor, cuando estaba tan vacio. Siempre lejano pero mío.

Jardinero confundido.

Agracié su vida, perfumé su mano y lo amaré por siempre; eternamente.

No bastó la pasión.
Nada logró mi amor.

Y me toca partir con mi mirada triste al cielo como quien busca piedad a mi quebranto.

A nadie le importa que fallezcan las flores.

Nadie le escribe una oración a las rosas.

¡Ay de mi!

¿Quien intercede?
¿ Acaso mi creador me escuchará?

Que tristeza la que siento...
...y una a una va cayendo,
mis pétalos de terciopelo.
Aquellas que sentían su suave aliento.

Desolada y con miedo voy quedando.
Ya las otras han marchado.

¡Señor de las rosas pósame en tu mano para aliviar su herida y renovarme en tu manto!

Porque mi jardinero me ha olvidado ha ignorado mi quebranto.


12/12/08

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