junio 16, 2022

EL DUENDE DE BRAZOS CRUZADOS.




EL DUENDE DE BRAZOS CRUZADOS.


Érase una vez un duende

con magia en sus palabras.

Quien lo oyera,  a su paso,  

lo dejaba encantado.


Todo cuanto  más hemoso existía,

salía de sus labios.


En las mañanas, sus palabras

aun más hechizaban.

Entre kilómetros el eco, las entonaba.



Un día en su bosque cuando 

por la senda derecha

de las  rosas rosadas,

él danzaba, se topó con una

 triste hada solitaria.


Sus ojitos de olivo y zapatillitas 

altas de cristal.

¿Quién la pudiera besar?

 

Le habló con sus lindas palabras.

 -Como suele un duende

a un hada encantar-.


Espantada, con trémula mirada.

Sorprendida y hechizada, 

se quedó callada,

pensativa y asustada. 

Sacudió sus alas y

aterrorizada quiso escapar.

 


El no lo pudo ni pensar. 

Ni tiempo que perder.

Pero estaba ya atrapada

 en la red de un

“TE AMO”.

Del que la triste hada solitaria,

 no se pudo zafar.

El hada no quiso revolotear.

Perturbada la pobre con la palabra mágica, indefensa.


Se enamoró el hada.

Se posó en sus brazos 

y en sus besos, 

se quiso ahogar.

Pero al tiempo, el duende,

la descuidó y el hada se le molestó.

Dulce enojo de fantasía, 

que se quebraba en aquel día.

Se le alejaba la triste hada.

el duende nada…nada hacía.

Pasmado con sus palabras quedó.

Quien sabe si el duende era de brazos cruzados

o era casado, eso no lo supe yo.


Sus pasos eran atados, 

no llego a ningún lado,

ni un pie el duende de su bosque,

 nunca sacó.

El hada partió y de nuevo

 triste, sola quedó.



-Quien sabe si el duende 

de brazos cruzados

con sus palabras mágicas

con ella jugaba o si era casado-

De eso que sé yo.

Sólo es un cuento de una

triste hada que entre mis manos,

me lo contó. 



29 de Mayo 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su Valioso Comentario